lunes, 9 de febrero de 2009

Historias de Borrachos



Historia X
El viernes tuve una reunión pseudo intelectual, me bebí 2 tintos y dos blancos, confieso que me mareé un poco, pero en casa de Ojosmar que me tomé un cerveza que me partió la madre. ¿Porqué digo esto? Hicimos el amor (follamos) y NO lo recuerdo... cuando desperté en la madrugada tenía resaca y la pijama puesta, fue hasta que él mismo Ojosmar me dijo que lo habíamos hecho que yo me enteré.
¡Qué vergüenza! he tenido lagunas mentales cuando bebo, pero esto ha sido lo más inaudito que me ha pasado, no sé cómo le hizo para controlar mis gritos. Sé que no miente porque a mi cabeza llegan dos segundos de recuerdo. Horror.

Historia Y
Ayer fuimos a una muy agradable reunión de su trabajo, conocí gente linda, practiqué mi inglés y bebí champaña, todo estaba bien hasta que alguien sugirió que fuéramos a seguirla en su casa. Fuimos por droga para Ojosmar, pero en vez de ice le dieron coca. Prometió que sólo nos quedaríamos media hora, pues estábamos lejos de casa y yo debía preparar mis clases. 
Se hizo tan tarde, ya no recuerdo cuántas cervezas me bebí, pero no me emborraché. Estaba muy en mi juicio cuando casi a media noche le pedí bien seria que nos fuéramos a casa.
Nunca había visto que pidiera a alguien que manejara su auto por él. Pasamos a cenar, y allí comenzó todo el mal rollo.
Dijo que estaba súper beodo, que seguramente se veía súper mal, que era un imbécil por no volver a casa cuando se lo pedí, lloró mientras comíamos. Comenzó a decir que no traía gas, que su auto era una mierda al igual que su vida. Me preguntó si pasaría la noche con él. Le contesté que no, que tenía que ir a casa a trabajar y perdió los estribos. Comenzó a gritarme como loco que yo no lo apoyaba, que no me importaba cómo se sentía en ese momento, que era fría y cruel cuando a él se lo estaba llevando la chingada. Sólo comenté que él era el único responsable de su vida y de vivirla como quisiera y de sentirse bien o mal. Golpeó el auto por todos lados y mascullaba groserías en inglés; le dije que me quedaría con él porque temí que chocara o algo así conduciendo solo. Pero no se calmó.
No resistí y me dio un ataque de ansiedad. En realidad no sé qué es un ataque de ansiedad pero me puse a llorar, prendí un cigarro y comencé a quemarme el tobillo. Él iba y venía como loco mientras yo seguía en el carro con el cigarrillo, pero después cambié el tobillo por mi muñeca. Aún me sorprende que resistiera tanto el dolor, sobre todo después de tanto tiempo sin lastimarme. 
Entré a la casa y me encerré en el baño para seguir, ¡dios! No sentía nada nada, sólo un ardor terrible en el alma. Me tuve tanta lástima en ese momento, yo no tenía necesidad de estar allí escuchando sus gritos y quejas, no merecía que me recriminara un desamor que existe sólo en su mente. Cuando vi una parte negra volví a los tobillos hasta que Ojosmar me llamó.
No recuerdo qué pasó exactamente cuando salí del baño. Me sentía como en otra dimensión, creo que Ojosmar estaba ya arrepentido de su idiotez y quiso abrazarme, yo me negué y me sujetó los brazos. Fue cuando mis neuronas reaccionaron por fin al dolor, le pedí que me soltara y rompí a llorar, me jaló de nuevo el brazo y subió la manga. Horror de horrores, el ogro se convirtió en un pequeño asustado y empavorecido de mi monstruosidad. Yo paré de llorar cuando me preguntó porqué lo había hecho, le respondí que cada quien resolvía sus asuntos como le viniera en gana. Me amenazó con lastimarse él también, salté de la cama y amenacé con irme -eran las dos de la mañana, xD-. Sinceramente me dio risa que intentara tomar pastillas, no tenía suficientes para sobredosificarse, y todos eran analgésicos. Se tiró a mis pies y suplicó que lo perdonara, lloró y lloró que lo que menos quería era hacerme daño, que si yo estaba sufriendo al grado de hacer lo que vio por estar a su lado, mejor me alejara.
 -¿Cómo es que, si dices amarme, no me escuchas? ¿Por qué me has gritado? Ahora te tengo miedo-
 -Jamás te lastimaría.
-Que me grites me lastima. No merezco nada de lo que está pasando, Dios me castiga por aferrarme a algo tan enfermo y torcido como esto.
-Perdóname por favor.

Ya no recuerdo si eso fue por la madrugada o más tarde, pero recuerdo que lloré mucho, por mucho tiempo. Hubiese deseado hacer un hoyo en el colchón de la cama y desaparecer a través de él. Pero Alicia y los hongos mágicos sólo están en los libros.
Dormí un par de horas, varias veces intentó abrazarme, pero no se lo permití. Ya estaba resuelta. 
En cuanto amaneció recogí todas mis cosas, hasta las sopas congeladas.
Vino hasta mi casa a pedirme perdón, a decirme que dejaría de beber, que le pidiese cualquier cosa, que él haría todo con tal de no perderme.
"No debió pasar nada entre nosotros nunca, mejor hay que empezar de nuevo y tratar de recuperar a las personas que verdaderamente nos aman y que son las únicas con las que podemos contar; tú con Marya y yo con mi madre"

Hace un año, cuando R me gritó fue que decidí dejarlo. Cuando novios, me arrancaba el cabello llorando si peleábamos, empecé a enredarme ligas en los dedos y las muñecas a escondidas, luego empecé a quemarme, nunca se dio cuenta, o se hacía de la vista gorda. Si perdonara a Ojosmar me estaría autodevaluando. Un "lo siento" no repara los daños ni implica que no volverá a pasar. 
Es probable que lo perdone porque no tolero la soledad, y porque sí lo quiero un poco, y porque es capaz de hacer cosas por mí que yo no haría por él ni por nadie.
Me escribió esta mañana, pero no quiero contestarle.
Sé que no quieres saber más de mí y que nada de lo diga te hará sentir mejor, pero no puedo dejar de luchar por ti.
Quisiera poder regresar el tiempo y haberte hecho caso cuando dijiste que nos fuéramos de casa de T., hoy todo es confuso y negro en mi vida.
Te pierdo y no sé qué hacer, no sé cómo decir
te que lo siento mucho, que no quiero hacerte daño, que eres lo mejor que me ha pasado en la vida y que sin ti no sé que voy a hacer.
Por favor no te vayas así de mi vida, ¡no otra vez! No puedo perderte, sin ti no sé qué rumbo tomar. Te amo y te pido que por favor me perdones, necesito hablar contigo, también dejaste una blusa aquí, no es que no quiera que dejes algo aquí pero estoy seguro que tú la quieres.
Una vez más te pido me perdones y me des una última oportunidad de demostrarte que te amo y que puedo y quiero cambiar por ti.
Trataré de pasar la semana -al menos- sin verle, quizá nos hagamos a la idea y me deje en paz. Hoy me iré a casa de Male, no quiero que venga en la noche a seguir pidiendo perdón.
Y toda esta basura la he escrito para contar que caí de nuevo, que al no poder controlar lo que no está a mi alcance he cometido una estupidez grande, grande, grande, y peor aún, fui descubierta. 
La cicatriz de la piel quedará discreta, lo sé. Pero qué hay de lo que siento cada vez que veo el enorme band-aid en mi brazo, cómo cicatrizará todo lo pasó por la mente de Ojosmar al verme. No puedo siquiera verme de frente al espejo, me siento casi tan mal como cuando vomito. Pues a fin de cuentas, no me sirve de nada, no soy para nada mejor ni más guapa, no valgo más por resistir el dolor, o por encubrir un tipo de sufrimiento con otro.
Esta vez la he jodido de veras...

No hay comentarios: