lunes, 9 de noviembre de 2009

Confesiones de mi vida pasada


Esta no es una confesión, sino una revelación.
No os quisiera abrumar con las estupideces que atraviesan mi mente vertiginosa, pero nadie contesta el teléfono a esta hora y si no lo saco REVIENTO.
Pues bien, al llegar a casa después de pasar una tarde aburrida con Ojosmar
abrí mi correo y encontré una solicitud de amistad del Hi5.
Como es de un reciente conocido, pues decidí aceptarlo, por ende, abrí el Hi5 y me encontré una solicitud más, la de mi sobrina segunda de 10 años de nombre K., pero en vez de clickar en aceptar, decidí rondar un poco por su Hi.
¿por qué no aceptar a una pequeña nena de 10 años que, además, es de mi familia? Pues porque su madre está loca. Después de vivir tormentosos años con mi primo, al separarse decidí poner tierra de por medio. Aunque fuimos buenas amigas (incluso tuvimos algún encuentro más que amistoso, jajaja, qué rico estuvo), siempre ha sido una chica conflictiva y chismosa, y pues yo paso de eso.
Total que entre fotos borrosas, un regaetón de fondo y estúpidos colores pastel me pareció ver una cara conocida. ¡AHHHHH! ¡Horror de horrores! Era mi EX.
Mi madre ya me había contado pero yo no creí que en un mundo tannnn grande esos dos volverían a encontrarse. Sentí miedo pues ambos terminaron bastante resentidos no sólo con mi primo y conmigo, respectivamente, sino también con la familia entera. Y no por lo que pasó entre nosotras, que según yo, nadie se enteró, ¿eh? Simplemente no les cupo en la cabeza, en su momento, que el amor se había agotado.
Lo que no entiendo es por qué han mantenido una relación si él siempre hablaba con menosprecio de ella por su origen humilde y su poco bagaje cultural. Total que hay fotitos de mis sobrinas con su madre, el novio de esta, mi ex, su novia y el hermano de mi ex (con quien también me llevé muuuuy bien, jajaja).
¿de qué es la risa? ¿de nervio? me causa bastante morbo saber qué pueden platicar todos juntos, que platiquen de los ricos besos que nos dimos, de cómo los cachondeaba, de la influencia que tuve sobre ellos para que hicieran lo que yo quería, hasta que me cachó la suegra.
Lo digo con sorna, pero en realidad sí llegué a sentirme mal, a veces. Quizá R. no merecía esto, pero ni modo, yo era muy joven y estaba confundida, era la única forma de reafirmar mi ser. Por eso me alejé también, cuando se supo lo de su hermano me di cuenta que había llegado demasiado lejos y que no podría remediar esa falta...
¡uf! creo que me siento liberada, necesitaba sacarlo pues me shockeó por un momento.
Afortunadamente el pasado quedó atrás, y aunque sigo siendo falsa y engañando a la gente, ya no me siento tan mal, porque siempre se puede salir huyendo... ¿o no?

No hay comentarios: